Todos los atletas experimentan algún engrosamiento de la tejido del músculo cardíaco como resultado de sus años de entrenamiento intenso. Si bien los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos son excelentes para aumentar el flujo sanguíneo al corazón, también engrosan los músculos de las paredes. Esto provoca una mayor cantidad de tensión en las paredes del corazón. El corazón necesita cada vez más sangre para funcionar normalmente. Esta puede ser una receta para el desastre, y eso solo ocurre en los atletas habituales. La conclusión aquí es simple. Los esteroides pueden darle el corazón roto, pero si puede superarlo, ¡se recuperará!

Ahora consideremos el atleta quien usa esteroides anabólicos. Además de la carga de trabajo adicional regular que debe soportar el corazón, ahora debe tener en cuenta los efectos de los esteroides. La presión arterial elevada puede causar hipertensión, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular. Además, existe una gran incógnita entre los usuarios de esteroides que optan por emplear la hormona del crecimiento y la insulina en sus regímenes químicos. Sabemos que ambas hormonas provocan el crecimiento de tejido muscular. ¿Significa esto que el tejido cardíaco también está creciendo? Esto conduce a paredes más gruesas del corazón, lo que coloca una cantidad adicional de estrés excesivo sobre el corazón.

La buena noticia es que los estudios han demostrado que incluso en los usuarios a largo plazo de esteroides anabólicos, el agrandamiento del corazón se reduce, y el corazón generalmente vuelve a un tamaño casi normal, una vez que se suspende el uso. Sin embargo, estos estudios monitorearon el uso de medicamentos tradicionales para mejorar el rendimiento. Aún se desconocen los efectos de la insulina y, en particular, de la hormona del crecimiento, que provoca un recrecimiento irreversible de nuevas células en todo el cuerpo. Si los intestinos, los huesos y la piel agrandados no vuelven a su tamaño normal, es seguro asumir que el corazón también permanece agrandado.

Sin el beneficio de décadas de estudio sobre los efectos secundarios de hormona del crecimiento sobre los órganos de fisicoculturistas, este tema permanecerá indeciso durante algunos años. Quizás la falta de datos clínicos se complementará con las tasas de supervivencia de los mejores culturistas de hoy en día a medida que se jubilan y vuelven a su tamaño normal, intentando llevar una vida normal. Si viven hasta edades muy avanzadas, entonces sabremos que el crecimiento del tejido cardíaco no fue una preocupación importante. Si un grupo grande de ellos fallece en su 40sy 50s de problemas del corazón, la necesidad de un estudio adicional inmediato quedará muy clara. La prueba está en el pudín, y solo el tiempo nos dirá los efectos a largo plazo de AAS sobre la función cardíaca.